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Arquitectura Moderna en El Salvador

En el siguiente artículo se basa sobre Arquitectura Moderna en El Salvador, parte del tema estratégico de Historia y Teoría de la Arquitectura, del Departamento de Organización del Espacio en nuestra nación. Se ha identificado el período moderno (1940-1980) como uno de los más intensos en producción espacial a nivel local. Interesa explorar las determinantes que dieron pie a esta particular situación desde diversos ángulos por un lado la formación tanto a nivel político como económico del Estado Nación, expresada en nuevas instituciones y en nuevas especialidades; la formación de los profesionales dedicados al diseño y construcción, quienes se ven profundamente influenciados por las ideas del modernismo internacional, pero que deben al mismo tiempo adaptarse a las particularidades del trópico; los nuevos lenguajes formales, que rompen con los estilismos de períodos anteriores y que en gran medida son posibles gracias a la introducción de nuevas tecnologías y materiales.



La abundante producción arquitectónica de El Salvador entre 1940 y 1980 fue posible gracias a particulares determinantes económicas, políticas y sociales promovidas en la mayoría de los casos desde el Estado



-Podemos destacar que la la mayor influencia fue la fusión de trabajo Salvadoreño con el Italiano.


-surgen las primeras residenciales en nuestro pais sobre todo en toda la zona urbana, entre las cuales podemos mencionar: col. flor Blanca, El Castillo Venturoso lugar donde residían "Las hermanas Guirrolas", edificio Anastacio Aquino "museo universitario de antropología" ubicado sobre calle Arce y 17 Av sur, casa de don Enrique Cordova "lugar donde esta ubicada maestría de la universidad Tecnológica", entre muchos otros.


Entre otras Obras arquitectónicas de renombre de esta época tenemos: fenadesal que en su momento fue el centro de comercio y donde todos los que viajaban llegaban a este punto.


FENADESAL

"EL FERROCARRIL, SUS ORIGENES Y SU HISTORIA".


El 28 de Marzo de 1882, hace 125 años, en medio de una gran expectativa desembarcaron en el antiguo Puerto de Acajutla, procedentes de Inglaterra, las locomotoras que darían vida al más novedoso medio de transporte de nuestro país a finales del siglo XIX: el Ferrocarril.

El Diario Oficial publicó el día 12 de Mayo de 1882: "El retumbar de la máquina era un sonido ensordecedor, que asustaba a los curiosos, que entre asombros y risas veían como la locomotora se movía con lentitud, echando grandes cantidades de vapor", hecho que aconteció unos días antes a la esperada inauguración del servicio ferroviario.




La llegada del ferrocarril al país fue concebida como el despertar de la actividad comercial e industrial, que estimulaba el trabajo y el espíritu emprendedor de las empresas, lo que se consideró como una clara señal de progreso para El Salvador.



Fue el 4 de Junio de 1882, que el Presidente Rafael Zaldivar inauguró oficialmente el servicio del ferrocarril, con la llegada a Sonsonate de la primera locomotora que conducía un convoy de pasajeros y carga.


A partir de aquel día, la región fue ensanchada de una fuerza generadora de progreso y turismo que convirtieron a Sonsonate en paso obligado y lugar de estacionamiento del movimiento de carga y pasajeros, que por Acajutla entraban al país hasta llegar a la ciudad capital.




La máquina rodante constaba de dos locomotoras "American Type", de 16 toneladas de peso cada una; un carro para pasajeros de primera clase con ventanilla de vidrio y persianas, ventilación suficiente y cómodos asientos; un carro góndola con techo, descubierto a los lados; catorce carros pequeños de trabajo y un carro para rieles. Las tarifas de los pasajeros oscilaban entre seis centavos por kilómetro en primera clase, tres centavos en segunda y por la carga que tenía un peso de veinte quintales o cuarenta pies cúbicos de medida les cobraban veinte centavos por kilómetro recorrido.


Para atender las reparaciones de las máquinas y coches, el ferrocarril fundó su propio taller de mecánica en Sonsonate, considerado el más grande y completo del país; lo que se constituyó como una fuente de trabajo floreciente por un espacio aproximado de 80 años y se convirtió en el nervio de la actividad laboral para varias generaciones sonsonatecas.


Talleres, estaciones, edificios de vivienda y oficinas para los trabajadores fueron los espacios arquitectónicos que se hicieron necesarios para el funcionamiento del sistema ferroviario. El itinerario comprendía dos viajes redondos por día, saliendo de Acajutla hacia Sonsonate y viceversa, cuyo recorrido se realizaba en cuarenta y cinco minutos.


Surgimiento de FENADESAL

El 9 de abril de 1881 y aprobado por la Asamblea Legislativa el 2 de marzo de 1882 se inició el trazo y explotación de una línea férrea entre el Puerto de Acajutla y la Ciudad de Sonsonate, habiéndose efectuado el primer recorrido el 4 de junio de 1882.


El 31 de julio de 1882 el Gobierno autorizó la construcción del tramo Sonsonate-Sitio del Niño-Santa Ana. El 14 de marzo de 1894, por Decreto Legislativo, se autorizó el contrato para la operación del Ferrocarril entre las ciudades de Santa Ana y San Salvador, cuyo servicio fue habilitado hasta abril de 1990 y comprendía la ruta San Salvador-Sonsonate-Santa Ana.


En diciembre de 1894, mediante contrato firmado entre el Gobierno de El Salvador y The Salvador Railway Company Limited, se concedió a esta última la explotación del ferrocarril en el Occidente del país.

Mientras que en el oriente de la República, luego de pasar varias dificultades presupuestarias se logró iniciar operaciones de carga y pasajeros el 20 de agosto de 1912, en el tramo comprendido entre el Puerto de Cutuco (La Unión) hacia San Miguel y luego hacia San Salvador el 1 de mayo de 1920.

La construcción de estas rutas permitió conectar además con la Estación Santa Lucía, en Santa Ana, luego hacia Ahuachapán y finalmente con la Frontera de Guatemala, quedando habilitado un “canal seco” interoceánico entre el Puerto de Cutuco, en el Pacífico, y Puerto Barrios, en el Atlántico Guatemalteco, que funcionó hasta la década de los 80 y fue el principal medio de transporte para el intercambio comercial con la costa este de los Estados Unidos y Europa.

A esta línea se le conoció como el Distrito 1, de La Unión a San Salvador y el Distrito 2, de San Salvador con la frontera con Guatemala.





Se determinó un primer período de 1850 a 1900, en el que a pesar de manifestarse bastante inestabilidad en el ámbito político (luego de la independencia de España en 1821), los gobiernos de la época inician algunas obras públicas importantes para la consolidación de la imagen de la República.


Estas imágenes corresponden a la Estación del Tren en San Salvador. La primera foto fue tomada quizaa en 1922, cuando ésta era la estación de I.R.C.A.















Estación de tren en el occidente del país.




















Terminal de tren en san salvador.



Una característica importante de estas edificaciones es que eran de forma rectangulares y ademas en su mayoría estaban construidos de una forma gigantesca en donde destacan las ventanas de vidrios de gran tamaño y la utilización de techos de lamina o de acero.















Antiguo Teatro Nacional, San Salvador, 1886.

En el ámbito privado sobresale la obra de los arquitectos salvadoreños Armando Sol (1909-1983) y Ernesto de Sola siendo asi uno de los principales arquitectos de su época.

Ambos formados en el extranjero. Sol se gradúa de la Escuela Superior de Arquitectura Saint-Luc, Institut Jean Bethune(Bélgica) en 1933, incorporándose a la Universidad de El Salvador en la Facultad de Ingeniería, en 1935; de Ernesto de Sola se tienen menos datos, pero se sabe que estudio en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Su obra es amplia mente reconocida destacando el desarrollo urbano de la colonia Flor Blanca, en San Salvador, donde además diseñaron varias casas particulares.







Monumento a la Revolución, MARTE, San Benito, San Salvador, 1948, 1956. Fuente: Guía de Arquitectura de El Salvador.




es importante mencionar que en estos años se hacen notables avances en términos de técnicas constructivas y utilización de materiales, lo que permite por un lado mejorar los diseños estructurales (estructuras antisísmicas), y posibilitar nuevas expresiones formales (losas aligeradas, concreto pretensado), así como buscar nuevas expresiones formales con materiales como el vidrio, al aluminio, el concreto visto, el bloque de cemento, entre otros, etc.















Centro Obrero Constitución de 1950, 1958, Lago de Coatepeque. Fuente: Trabajo de Graduación UCA, Arquitectura moderna en El Salvador de las décadas de 1940 hasta finales de 1970, 2012




















Edificio García Rossi, 1954, Santa Ana.

La inversión pública es fuerte en el ramo de vivienda, aunque disminuye tanto la calidad de los procesos constructivos, como las búsquedas formales en proyectos arquitectónicos y urbanos, a pesar de querer encontrar mejores soluciones a través de la estandarización de un mínimo de metros cuadrados para las viviendas de interés social (50 a 60 mt²) y el uso de prefabricados para mejorar los tiempos en la construcción a la vez que disminuir sus costos y terminar rapido sus proyectos.










Comedor Universitario UES, 1965, San Salvador.


Conjunto Urbano Libertad, San Salvador, 1957-1966.






























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