"Tazumal: El parque y las investigaciones del sitio".
Tazumal fue el primer parque arqueológico en El Salvador, y se encuentra entre los más antiguos de la región centroamericana. El sitio toma su nombre de la finca Tazumal que antes existió en este lugar. Aunque es generalmente aceptado que "Tazumal" es una palabra de origen indígena, su significado no está claro, y ni siquiera hay consenso acerca de a cuál idioma pertenece. En vísperas de la conquista española (que se inició en 1524), Chalchuapa era una comunidad poqomam, un grupo maya muy extendida desde el valle de Guatemala hasta la zona fronteriza con el territorio salvadoreño. En años muy recientes (especialmente desde los 1980) se ha empezado a referirse al sitio como "El Tazumal", probablemente derivado de "El Parque Tazumal". Esto es, sin embargo, una clara aberración que afecta el nombre autóctono del sitio arqueológico.Las primeras noticias de Tazumal son de 1892, cuando el estudioso guatemalteco-salvadoreño Santiago Barberena hizo transportar al Museo Nacional tres esculturas del sitio. La más conocida es la estela de Tazumal, que hoy se exhibe en el Museo Nacional de Antropología "Dr. David J. Guzmán.
La estela de Tazumal una de las esculturas esculpida en piedra es sin duda un objeto de los mas emblemáticos la cual fue fotografía y publicada por Samuel Lothrop en 1939. En ese tiempo, la base de la estela estaba metida en una base de cemento. La estela sufrió daños posteriores que afectaron algunos de los detalles que se observan en esta fotografía. Es interesante el tocado de la figura retratada, en forma de Tláloc. El Arqueólogo Stanley Boggs llevó a cabo varias temporadas de excavación y restauración en Tazumal, desde 1942 hasta principios de los 1950. Cuando Boggs inició sus investigaciones, la pirámide principal estaba siendo dañada por la extracción de piedra y tierra para construcciones nuevas, y tenía un tanque de agua.
Otras estructuras del sitio se encontraban en el cementerio municipal. Aunque sus restauraciones han sido criticadas por el uso de cemento, sus trabajos engendraron gran interés en Tazumal, evitando lo que en caso contrario seguramente hubiera sido su progresiva destrucción. El introdujo una nomenclatura para las estructuras de acuerdo al siguiente plano:
Plano de Stanley Boggs (1944), quien introdujo la primera nomenclatura para las estructuras de Tazumal. El museo de sitio está señalado con "M". Los números indican:
1. La pirámide principal, Estructura 1. Ahora también conocida como la Estructura B1-1.
2. La segunda pirámide en tamaño, Estructura 2. También conocida como la Estructura B1-2.
3 y 4. Cancha de juego de pelota. En ese entonces, se encontraba en el cementerio municipal, pero fue integrado al parque en 1986.
5. Montículo (en el cementerio municipal).
6. Una estructura circular, excavada por Boggs antes de ser destruida por la construcción de una residencia.
Arriba: el inicio de sus excavaciones en 1942. A la izquierda se observan gradas recién excavadas. A la derecha se notan las excavaciones irregulares hechas por personas locales a fin de sacar piedra y tierra para construcciones nuevas, y un tanque de agua. Abajo: La misma vista después de varias temporadas de excavación y restauración.
El Gobierno compró el área de la finca Tazumal con las dos pirámides principales, y construyó un museo de sitio que fue inaugurado el 18 de abril, 1952. Desde ese entonces, Tazumal ha sido un destino con fines de educación y turismo.
Las dos pirámides de Tazumal. La mayor (izquierda) es la Estructura 1, también conocida como B1-1. La otra (derecha) es la Estructura 2 (o B1-2). Vista hacia el sureste. Por 1986, el Arqueólogo Gregorio Bello Suazo realizó trabajos de conservación en el lado norte de la pirámide principal (Estructura B1-1), cuyos cuerpos terraceados (mayormente restaurados) estaban inclinándose debido a la acumulación de humedad interna, que debido al repello impermeable de cemento, no se evacuaba suficientemente.
En 2004, este mismo problema provocó el colapso parcial de la pirámide menor en el parque, la Estructura B1-2. Este suceso dio como resultado un nuevo enfoque en las investigaciones de Tazumal, partiendo con los trabajos de excavación y consolidación de esta estructura dirigidos por el Arqueólogo Fabricio Valdivieso (entonces Jefe de Arqueología de CONCULTURA). En ésta y posteriores excavaciones, han participado los Arqueólogos Shione Shibata (CONCULTURA), Nobuyuki Ito, Masakage Murano, Masashi Kudo, Akira Ichikawa, y Shinia Kato (Proyecto Arqueológico de El Salvador de la Universidad de Nagoya).
Vista hacia el poniente. En la parte superior de la derecha de la foto, se pueden ver algunas tumbas del cementerio municipal.
El lado este de la Estructura B1-2 fue adosada a la antigua pirámide principal en la remodelación que vio Tazumal a inicios de período Posclásico.
En la cima de esta estructura hay vestigios de muros y columnas.
La pirámide principal de Tazumal (Estructura B1-1) tiene más de una docena de etapas constructivas identificadas que prácticamente se extienden por todo el período Clásico. Lo actualmente expuesto pertenece a varias etapas diferentes, dificultando la interpretación para el visitante. Los rótulos interpretativos ayudan en aclarar la secuencia constructiva.
Cerca de la cima de la Estructura B1-1, Boggs descubrió este oratorio. La mayor parte del oratorio estaba completa por haber sido enterrado en una ampliación de la pirámide. Faltaba el techo, aquí restaurada especulativamente.
En el lado sur de la pirámide principal, existe lo que parece ser una cancha de pelota inusual, con un lado (a la derecha) de una forma normal para una cancha, pero con el otro lado constituido por el cuerpo de la pirámide.
El museo de sitio tiene varias esculturas de Tazumal y otros sitios en la zona arqueológica de Chalchuapa. Este es el Monumento 5 del área de El Trapiche, que representa un felino.
Chalchuapa es el lugar de las esculturas en estilo olmeca más sureñas de Mesoamérica (bueno, en realidad "surorienteales"), y las más lejanas de la propia región olmeca en los estados mexicanos de Veracruz y Tabasco. Esta es la Piedra de Las Victorias, identificada por Boggs en los 1940 a aproximadamente un kilómetro al este de Chalchuapa, y ahora puesta frente al museo de Tazumal. El techo que la cubre generalmente crea situaciones de sombra y luz que dificultan ver las cuatro figuras que ostenta. Esta es la figura principal, captada en un momento de luz óptima. Parece estar caminando sobre una estructura, o tal vez una versión temprana de fauces terrenales. Porta varios atuendos característicamente olmecas: capa, casco y lo que probablemente es un espejo cóncavo sobre el pecho. En el codo del brazo porta un objeto que se asemeja a un bastón o mazo decorado. Esta escultura se fecharía entre aproximadamente 900 a 600 a.C.
El Parque Arqueológico San Andrés.
El sitio arqueológico San Andrés tomó su nombre de la antigua hacienda en donde se encontraba. Como propietaria de la hacienda San Andrés, la familia Dueñas generosamente avalaba el acceso al sitio a sucesivas generaciones de investigadores, partiendo de 1940 con el primer proyecto en el sitio, liderado por John Dimick. Incluso cuando la zona monumental del sitio empezaba a ser visitada por turistas en los año setenta, los Dueñas permitían el uso del lugar como un parque incipiente manejado por el Departamento de Arqueología de la Administración del Patrimonio Cultural (antecesor de CONCULTURA), con nuevas investigaciones dirigidas por Stanley Boggs, Jorge Mejía y Richard Crane.
Al igual que los demás latifundios de El Salvador, la hacienda San Andrés fue intervenida por el Gobierno bajo la Ley de Reforma Agraria de 1980. El Biólogo Francisco Serrano tuvo la idea verdaderamente brillante de utilizar una cláusula de la Ley de Reforma Agraria para proteger recursos naturales y culturales, ya que ésta daba lugar a que el Gobierno se reservara áreas de interés nacional dentro de las haciendas intervenidas antes de entregar las propiedades a cooperativas. En 1981, Serrano trabajó junto con el Arqueólogo Stanley Boggs para identificar varios sitios arqueológicos dentro de las haciendas, y resultó ser factible “reservar” porciones de tres sitios para futuros parques: San Andrés, Cara Sucia y Quelepa. El subalterno de Boggs, Manuel López, hizo los reconocimientos de campo que fueron necesarios - un trabajo difícil y arriesgado por la situación violenta que se vivía en ese entonces.
En las excavaciones de sondeo realizadas en 1995 en preparación para el nuevo museo, fue localizado por Paul Amaroli un obraje de añil colonial, sepultado por la erupción de El Playón en noviembre de 1658 (puede encontrarse más información sobre esta erupción en la sección sobre Joya de Cerén). Este es el obraje colonial mejor conservado que se conoce en toda la región, y, gracias a las condiciones anaeróbicas presentadas por las capas “selladas” de lodo de origen volcánico, conservaba objetos de madera. En 1996-1997, se realizaron excavaciones en la pirámide principal (Estructura 5, conocida como "La Campana") y su entorno, las cuales fueron dirigidas por Christopher Begley, con la participación de Jeb Card y Roberto Gallardo.
San Andrés es uno de los centros prehispánicos más grandes de El Salvador. Habría constituido una capital regional entre los años 600 a 900 d.C. en el periodo Clásico Tardío. Esta antigua comunidad cubría un total de 200 hectáreas o más y consistía en un centro monumental rodeado por una amplia zona residencial común. Se cree que San Andrés llegó a señorear el valle de Zapotitán, y algunas zonas vecinas, como el valle de las Hamacas donde se encuentra San Salvador.
Este mismo lugar vio ocupación humana mucho antes de su apogeo como capital maya. Las investigaciones indican la existencia de un pueblo agrícola desde quizás 900 antes de Cristo hasta alrededor de 420 d.C., cuando la gigantesca erupción de Ilopango causó el abandono de la región.
sus hogares eran sencillas. Se han realizado pocas excavaciones en la zona residencial de San Andrés, pero se sabe que las casas tenían paredes de bahareque construidas plataformas basales, y podemos suponer que eran similares a las preservadas en el vecino sitio de Joya de Cerén. Hace 50 años, todavía se observaba a simple vista alrededor de 140 montículos bajos en esta zona, que pueden haber representado los vestigios de residencias de mayor tamaño (¿similares a la Estructura 3 de Joya de Cerén?). Análisis reciente de fotografías aéreas indica que el número total de restos de residencias aún visibles en la superficie ascendía a unos 1,200 o más. Casi todas estas plataformas han sufrido graves daños por el efecto de los cultivos y saqueo.
El centro monumental de San Andrés es un complejo de pirámides y construcciones anexas que ocupan un área de aproximadamente 20 hectáreas. Casi todas las excavaciones realizadas en San Andrés hasta el momento se han localizado en este sector del sitio.
Plano del centro monumental de San Andrés (basado en el plano publicado por el señor Stanley Boggs quien fue el arqueologo encargado de ese trabajo en el año de 1943, en el levantamiento topográfico de 1995 y en una fotografía aérea de 1999).
La mayor parte de la arquitectura en el centro monumental consiste de rellenos de ladrillos de adobe, con repellos hechos de una mezcla de barro y grava. Se ha documentado hasta cuatro etapas constructivas en esta parte de San Andrés.
En 1940, el primer excavador de San Andrés, John Dimick, reconoció que la zona monumental puede dividirse en dos sectores: la Acrópolis (es decir, una plataforma monumental que sostiene otras estructuras) y una Gran Plaza al costado norte de la Acrópolis. Posteriormente, en 1943, el Arqueólogo Stanley Boggs se refería a la Acrópolis como la “Plaza Sur”, y a la Gran Plaza como la “Plaza Norte”, y sus designaciones se han ocupado en algunas referencias. Sin embargo, tenemos que darle la razón a Dimick, ya que una acrópolis no es una plaza.
Vista de la Acrópolis tomada en 1940, antes de iniciar su excavación en donde podemos observar que en verdad no se notaba nada sobre la infraestructura de estaba en el sitio si no hasta después de sacar toda esa tierra.
Una vista similar tomada en enero de 2006 después un arduo trabajo de décadas para recuperar y tratar de sobre guardar el patrimonio cultural.
No obstante lo anterior, las excavaciones han demostrado que la Acrópolis cubre una pequeña plaza abierta, pero en algún momento los dirigentes del sitio decidieron rellenarla con 500,000 o 600,000 de ladrillos de adobe, convirtiéndola en una plataforma elevada y de acceso restringido.
Se ha dejado una trinchera abierta frente a la Estructura 3 para indicar la profundidad hasta la plaza original, y para apreciar como el relleno de adobes conservó la escalinata de esta estructura.
La escalinata expuesta en la trinchera frente a la Estructura 3. En el talud se observan los ladrillos de relleno, cortados por la excavación.
Cuando se excavó esta trinchera en 1978, se encontró un cráneo humano en una fosa pequeña al pie de la escalinata soterrada. El cráneo es de un adulto de sexo masculino, con deformación frontal e incrustaciones en los dientes. Es de suponer que pertenecía a un enemigo de alto estatus, capturado y eventualmente sacrificado.
existencia de rango o roles sociales es evidente desde tiempos precolombinos.
La construcción de la Acrópolis creó una zona exclusiva para los gobernantes del sitio y tal vez actuaba como un símbolo visual de su elevada posición social. Las acrópolis son relativamente comunes en los centros políticos mayas y generalmente son identificados como sectores de residencia elite y sus monumentos funerarios.
Sobre los extremos norte y poniente del Acrópolis se encuentra una serie de cuartos llamados aquí “Los aposentos” Los cimientos de dos cuartos han sido restaurados. Se interpretan estos cuartos como el área de residencia de la elite gobernante en San Andrés, posiblemente sirviendo como dormitorios y salas de audiencia. Serían los últimos palacios del sitio.
Una parte restaurada de "los aposentos".
Los costados sur y este de la Acrópolis están delimitados por pirámides de diferentes tamaños. Es probable que por lo menos algunas de ellas encierren las tumbas de gobernantes, pero hasta el momento no se ha excavado hasta su interior. La pirámide principal de la Acrópolis es la Estructura 1, donde hay tres etapas constructivas expuestas.
tenemos antecedentes historicos que marcaron a este lugar y a sus pobladores.
Joya de Cerén fue sepultado por una repentina erupción volcánica por el año de 650 d.C., tiempos en los que San Andrés probablemente ya había alcanzado su categoría como capital regional. San Andrés, Tazumal y los demás centros del período Clásico Tardío en El Salvador, son abandonados por 850-900 d.C., como una versión local del llamado “colapso maya”. Las causas de este fenómeno aún son tema de vigorosos debates. Hubo alguna actividad humana en San Andrés después de su colapso, pero efectivamente dejó de existir como comunidad.
Después del colapso, el Valle de Zapotitán, al igual que los demás del centro y occidente salvadoreño, recibió numerosos inmigrantes del centro de México, cuyos descendientes se conocían como los pipiles. A la llegada de los españoles, el valle alojaba a varios pueblos pipiles, tales como Tecpan Yopico (hoy San Juan Opico), Coyo (hoy representado por Tepecoyo y Sacacoyo), Guaymoco (hoy Armenia), Quezaltepeque y Nejapa (originalmente al poniente de Quezaltepeque).
Otra comunidad del valle era conocida como “Atequepa” en el siglo XVI, probablemente ubicada en la hacienda de Zapotitán. Con el tiempo su nombre se deformó hasta llegar a ser “Tecpa” antes de su extinción en el siglo XVII. En el siglo XX, se hizo la identificación equivocada de “Tecpa” (o “Tecpán”, como una deformación adicional) con el sitio arqueológico de San Andrés, sin saber en ese entonces que San Andrés fue abandonado siglos antes de la Conquista. Todavía hay quienes creen en esta identificación, por lo cual llaman el sitio como “Tecpán San Andrés”.
La Conquista de esta región se inició en 1524, con la entrada liderada por Pedro de Alvarado, actuando como capitán de Hernán Cortés. Dentro de un siglo, la población nativa del valle de Zapotitán se redujo a, tal vez, solo el 5% de su nivel prehispánico, tal como fue el caso general en Mesoamérica debido sobre todo a las pandemias introducidas por los europeos. La mayoría de las comunidades del valle persistían, aunque con muy pocas casas habitadas, y retenían tierras comunales (en realidad, de calpulli), aunque se vendían extensiones entonces baldías a españoles para utilizarlas como haciendas.
Relaciones entre San Andrés y el Mundo Maya
Se puede argumentar que San Andrés encabezaba el último reino maya al sureste del Mundo Maya en el Clásico Tardío. El primer investigador de San Andrés, el arqueólogo John Dimick, observó la similitud entre los trazos de los centro monumentales de Copán y San Andrés, apuntando a una estrecha relación entre el antiguo e influyente centro de Copán y el nuevo y provinciano San Andrés. En ambos vemos una acrópolis aproximadamente rectangular, con una gran plaza que parte de su costado norte y que se define por estructuras largas. En las dos plazas se resalta una pirámide en el extremo noreste. Las dimensiones y orientación de estos conjuntos en ambos sitios son similares, aunque la Acrópolis de Copán es mucho mayor en su altura y, en particular, su complejidad. Podemos notar además que el trazo del centro monumental de Quiriguá también exhibe estas similitudes con Copán, y si bien son menos rígidas, es importante notar que gran parte de su plaza y acrópolis fue edificada durante el período en que Quiriguá se hallaba bajo el dominio de Copán.
También indicativa de una relación especial entre San Andrés y Copán es el hecho de que compartían varios grupos cerámicos. Entre ellos sobresalen los policromos Copador y Gualpopa. Los grupos Masica y Surlo se cuentan entre los otros tipos de cerámica presentes en los dos sitios. La orientación general del centro monumental de San Andrés es de aproximadamente 24 a 26 grados acimut. Las excavaciones en el sitio han expuesto varios alineamientos, pero la originalidad de muchos de ellos es cuestionable debido a las extensivas restauraciones. Existen dos que pueden considerarse como confiables, entre aproximadamente 295 y 296 grados (considerando su orientación hacia el poniente). Uno de ellos es la estructura larga en el lado norte de la Acrópolis, y el otro es la Estructura 7, con su escalinata en el lado poniente. Esta orientación corresponde en términos generales la puesta del sol en el solsticio de verano durante el Clásico Tardío, siendo esto un evento astronómico muy importante para los mayas.
El Parque Arqueológico Joya de Cerén.
El descubrimiento del sitio arqueológico Joya de CerénEsta área originalmente formaba parte de la hacienda San Andrés, uno de los mayores latifundios del valle de Zapotitán en el poniente de El Salvador. A mediados del siglo XX, la porción conocida como Joya de Cerén fue vendida al gobierno para realizar uno de los primeros proyectos de reforma agraria en el país. “Cerén” es un apellido, mientras que “Joya” es una expresión derivada del castellano antiguo que aún se usa en El Salvador para referirse a valle pequeño de suelo fértil rodeado por terreno accidentado.Existen diferentes versiones acerca del descubrimiento de este sitio arqueológico. Afortunadamente, un participante clave aún labora para el gobierno salvadoreño y proporcionó información de primera mano sobre este hallazgo en una entrevista realizada en 1989.
La siguiente narración utiliza esta información y otras fuentes verificables. En 1976, el gobierno inició la construcción de un centro para guardar granos (perteneciente al extinto Instituto Regulador de Abastecimientos, IRA). El terreno fue nivelado por tractor, descapotando varios metros de depósitos volcánicos a fin de situar las instalaciones sobre el suelo más firme que se hallaba debajo. Cuando se terminaba estos trabajos preparatorios, se expuso un sitio arqueológico que había sido completamente enterrado bajo 4 metros o más de estos depósitos volcánicos, sin dejar indicio de su existencia en la superficie.
Los trabajadores contaron de pequeñas estructuras de barro que había sido expuestas y destruidas. Dichosamente, esto fue verificado por el hecho de que dos estructuras permanecían a la vista, habiendo sido seccionadas en un talud cortado en un lindero del terreno.
Ambas estructuras tenían una plataforma basal, y una mostraba un pared de bahareque. Entonces, para López fue evidente que se trataba de un sitio Clásico Tardío con estructuras conservadas bajo ceniza volcánica. El registró el sitio como Joya de Cerén. Aunque la importancia potencial obviamente fue reconocido, en ese momento la destrucción ya estuvo, en los terrenos circundantes se hacían cultivos sin perspectivas de otros dañinos proyectos de construcción, y el Departamento de Arqueología se encontraba saturado con proyectos, operando con muy poco personal y recursos.Dos años después, en 1978, el Arqueólogo Payson Sheets inició el Proyecto Protoclásico, cuya actividad principal consistía en el reconocimiento aleatorio estratificado del 15% del valle de Zapotitán. Los miembros del proyecto fueron informados sobre el descubrimiento de Joya de Cerén por un arqueólogo que trabajaba para el Departamento de Arqueología (Richard Crane). Sheets agregó la investigación de Joya de Cerén a las actividades del Proyecto Protoclásico y supervisó el principio de su excavación en marzo, 1978, mientras que Christian Zier (miembro del proyecto) continuó la investigación entre abril y mayo.
Las dos estructuras seccionadas por el talud de descapote fueron parcialmente excavadas y los resultados establecieron la gran importancia de Joya de Cerén: tal como en Pompeya, la erupción volcánica “congeló” un momento de tiempo en la vida de esta antigua aldea maya. Se determinó que la Estructura 1 (con paredes de bahareque) era una casa y en ella fueron encontrados herramientas y aún juguetes. La Estructura 2 (después redesignada como la Estructura 5) resultó ser una plataforma de trabajo abierta (sin paredes). Ambas estructuras tenían techos de zacate que fueron carbonizados durante la erupción, colapsando en una capa quemada. Se ocuparon muestras del zacate para análisis de radiocarbono, y junto con los resultados de excavaciones posteriores (evaluados por el Arqueólogo Brian McKee), se indica un fechamiento cercano a la erupción de entre 610 y 670 d.C. (calibrado, 2 sigma). Los cultivos, marcados por surcos y camellones, casi tocaban las estructuras y sobre ellos la ceniza volcánica conservaba huellas de plantas de maíz.
Vista de las primeras excavaciones en Joya de Cerén (1978), efectuadas por Payson Sheets y Christian Zier. Fueron estudiadas dos estructuras que quedaron cortadas por tractor en el límite del terreno. A la izquierda, la Estructura 1, una casa (detrás de la persona en la puerta hay un agujero grande producido por la erupción). [if !supportLineBreakNewLine] [endif]A la derecha la Estructura 2 (hoy denominada como la Estructura 5, aquí parcialmente cubierta con plástico), una plataforma abierta con techo que aparentemente servía como área de trabajo. Los únicos restos humanos encontrados hasta la fecha en el sitio consisten en dos entierros. Un entierro fue encontrado debajo de esta plataforma pero lamentablemente había sido casi destruido por el tractor. Entre las dos estructuras había un sendero marcado por algunas lajas.
En esta fotografía, se observa como las capas de tefra (materiales volcánicos arrojados por el aire) se apilaban contra la Estructura 1 antes de cubrirla totalmente. Las estructuras fueron construidas sobre un suelo débilmente desarrollado de la ceniza blanca depositada por la erupción de Ilopango (siglo V d.C.), y aquí se puede notar unos 30 centímetros de esta “tierra blanca” en el corte debajo de la casa.
Los estudios posteriores en Joya de Cerén han mostrado que la ceniza de Ilopango cubrió evidencia de actividad humana anterior a estas estructuras, hasta ahora solo representada por unos tiestos dispersos de cerámica Preclásico Tardía. Joya de Cerén también tuvo una ocupación muy tardía. Justamente debajo de la actual superficie (sobre el corte en esta fotografía) existen restos prehispánico que probablemente fechen a vísperas de la conquista española (en el período Posclásico Tardío, 1200-1524 d.C.). Estos incluyen un probable rasgo residencial y el segundo enterramiento humano conocido en el sitio, ambos parcialmente destruidos, irónicamente, por un tractor utilizado para facilitar la excavación de las estructuras del período Clásico. Esto sería uno de lo únicos entierros pipiles jamás excavado. Los pipiles eran de origen mexicano y, para vísperas de la conquista, dominaban el poniente del territorio salvadoreño (foto del Museo de Sitio de Joya de Cerén).
Una bodega con las paredes caídas como casa de naipes (Estructura 7) y, al fondo, un temascal o baño sauna (Estructura 9).
Por razones desconocidas, esta área de Joya de Cerén estaba "restringida" (accesible únicamente para visitas "VIP). FUNDAR lo abrió a la vista pública en diciembre de 2005.
Joya de Cerén: Patrimonio Mundial.
Joya de Cerén es un sitio único en Meso américa por tratarse de un asentamiento cubierto en plena vida por la ceniza de una repentina erupción volcánica, y por su importancia ha sido incluido en el Listado de Patrimonio Mundial (también conocido como Patrimonio de la Humanidad).
La UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) mantiene un catálogo de sitios naturales y/o culturales de destacada importancia mundial, el cual se denomina el Listado de Patrimonio Mundial (también conocido como el Listado de Patrimonio de la Humanidad). Los gobiernos de los diferentes países del mundo pueden proponer el nombramiento de sus sitios. La UNESCO evalúa las propuestas presentados por los países en reuniones periódicas, aplicando criterios estrictos para decidir si se incluye un sitio en el listado.
Estructuras
Un total de 11 estructuras han sido excavadas en su mayor parte o totalmente (los números de la estructuras son correlativos, así que la Estructura 1 fue la primera en ser excavada).
Hay cuatro áreas de excavación (operaciones) en Joya de Cerén, que también han sido llamadas como "grupos" o "conjuntos", lo cual contribuye a la confusión de los visitantes, ya que dos áreas (3 y 4) solo tienen una estructura cada una. Por esta razón, hemos utilizado el término "área" para la interpretación pública.
Plano de Areas 2, 3 y 4.
A continuación, se discuten algunas de las estructuras de Joya de Cerén. Todas las estructuras fueron construidas con tierra. Al contrario de lo que se esperaría con estructuras de tierra, el material empleado tenía relativamente poco arcilla. Los techos eran de zacate (paja) sostenido por un armazón de madera rolliza.
Estructura 1 (Area 1)
Esta es fue la casa que quedó cortada en talud por los tractores de 1976, y proporcionó la evidencia de la existencia e importancia del sitio.
La Estructura 1 está en mal estado de conservación. En 1976, la mayor parte de su corredor fue destruido por el tractor. Después de su excavación parcial en 1978, un techo modesto de lámina proporcionó alguna protección contra la lluvia, pero ya para 1986, el talud de excavación había colapsado, quebrando las dos columnas del corredor y la pared de bahareque detrás de ellas. Las otras tres paredes fueron descubiertas durante las excavaciones de envergadura que se iniciaron en 1989.
Las paredes se habían separado de las columnas y caído al suelo en gráfico testimonio de la violencia de la erupción, pero lamentablemente fueron destruidas por los excavadores a fin de revisar las áreas que cubrían. Se dieron daños adicionales cuando se hizo un experimento mal aconsejado en esta estructura. Se apiló arena caliente contra la plataforma basal con el objetivo de secarla rápidamente; esto provocó desprendimientos generales en su superficie, resultando en su actual apariencia "golpeada".
Tal como la mayoría de construcciones en el sitio, la Estructura 1 consiste en una plataforma basal, con columnas de barro sólido en las esquinas, y paredes de bahareque que corrían entre las columnas.
Tiene un pequeñísimo corredor y una banqueta sólida (cama) ocupaba la mitad del espacio en su único cuarto. La base, columnas y banca son de barro lodoso modelado (en por lo menos un elemento fracturado se observaba huellas de mano, dejadas al presionar el barro plástico en la forma deseada. En casas tradicionales de hoy (cada vez más escasas), se construye una plataforma basal con el propósito de elevar el piso de la casa arriba del nivel de humedad. El techo de la Estructura 1 y otras en el sitio era de zacate.
Se ha propuesto que el hogar típico de Joya de Cerén está representado por las Estructuras 1 (la casa, cuyo uso prácticamente se limitaba a ser un dormitorio), 6 (una bodega) y 11 (una cocina). Puede ser una interpretación válida, pero a la fecha solo se tiene un ejemplo de este conjunto propuesto.En otros sitios contemporáneos, se han descubierto entierros alrededor de restos de casas, y debajo de ellas, que serían de sus propios ocupantes. La única excavación en Joya de Cerén debajo de una estructura fue debajo de la 5, donde efectivamente se encontró parte de un entierro humano.
Estructura 2 (Area 2) Se trata de otra casa, muy similar a la Estructura 1. Su banqueta o cama tiene un nicho, dentro del cual se encontraron cuencos con restos de comida “raspados” por los dedos del comensal.
Estructura 3 (Area 3)La construcción más grande verificada en el sitio es la Estructura 3, y se cree que la Estructura 13 (todavía casi sin excavar) es muy similar; las dos (y posiblemente otras estructuras más) podrían formar una plazoleta. La Estructura 3 se erigió sobre una masiva plataforma basal y tiene paredes gruesas de barro modelado.
Es de planta rectangular, con su entrada en uno de los lados largos. Su interior se divide en dos cuartos, con dos banquetas en el primero, y nichos en ambos. Aquí, como en otras estructuras, se encuentran asas de ollas reutilizadas, pegadas en posiciones donde hubieran servido para amarrar puertas (de tela o de cañas amarradas), mientras que otras, ubicadas en las esquinas, tal vez eran para colgar objetos. El techo se incendió y colapsó hacia inicios de la erupción volcánica; fue descubierto en las excavaciones como una impresionante capa gruesa de zacate carbonizado que cubría ambos cuartos. El techo se sostenía sobre una estructura de madera con horcones ubicados fuera de la estructura, que en las excavaciones fueron encontrados carbonizados y tumbados al suelo.
Estructura 6 (Area 1)
Una estructura relativamente sencilla, sin plataforma basal, con una pared de bahareque en el lado con puerta, y paredes de cañas solo parcialmente embarradas en los otros tres. Su interior contenía varias vasijas, una mano y metate, mazos y herramientas de obsidiana.
Algunas vasijas se usaban para guardar granos. Se encontraron los restos de un pato que estaba amarrado en la estructura, y de varios ratones que vivían en el techado. La Estructura 6 es una de tres bodegas conocidas en Joya de Cerén.
Los baños sauna formaban parte de los hogares mesoamericanos y siguen siendo importantes entre los mayas de Guatemala y el sur de México. En la arqueología mesoamericana, generalmente se designan estas estructuras con el término "temascal" (derivado de la palabra nahua temazcalli), mientras que los actuales mayas de Guatemala, incluyendo los k'iché, kaqchikel y tz'utujil, las llaman tuj y las ocupan para bañarse, para el parto y para curaciones. Se han encontrado restos de temascales en varios sitios arqueológicos, siendo notable el hallazgo de ocho en el sitio de Piedras Negras en el norte de Guatemala. En El Salvador, Antonio Sol descubrió un temascal en Cihuatán durante sus excavaciones de 1929.
Sin embargo, el temascal de Joya de Cerén (Estructura 9) es el ejemplar prehispánico mejor conservado que se conoce. En común con otros temascales, la Estructura 9 tiene una baja entrada por donde los usuarios entraban gateando, a fin de conservar el calor adentro. En su interior, que solo ha sido parcialmente excavado, hay una caja de fuego hecho de piedras unidas con barro, y banquetas situadas alrededor (en este caso, forradas con lajas y, uno supone, petates). Un hoyo pequeño en el techo ventilaba el temascal.
Es uno de los lugares en donde se puede ver como eran las casas u su entorno de los antepasado en su diario vivir y es por ello que debemos de valorar estos lugares por que nos cuentan la forma en que vivieron nuestros ancestros.